Pisar la tierra, mirar el cielo

"Sí, son millones de estrellas. Y millones de estrellas son dos ojos que las miran." Antonio Porchia

 

  • Se emplaza en la planta baja del edificio Planetario, del Complejo Astronómico Municipal.
  • Días y horarios: se puede visitar los SÁBADOS y DOMINGOS, de 15 a 17 h, con entrada libre y gratuita.
  • Instituciones educativas formales y no formales: MIÉRCOLES de 14 a 17 h, y VIERNES de 9 a 12 h.  ¡Sólo con turno online! + INFO

 

Recorrer la tierra y el cielo, hacer preguntas y explorar respuestas... son experiencias esenciales para poder emprender un viaje de conocimiento, forman parte de una exploración vital en el campo de las ciencias en general y de la astronomía en particular.

Con el objetivo de transitar nuevos viajes, les proponemos un recorrido por la muestra “Pisar la tierra, mirar el cielo” con espacios lúdicos e interactivos diseñados por el Programa PuntoEdu, donde la observación, la experimentación, la sorpresa y la imaginación son protagonistas.

¿Saben lo que es una constelación?, ¿conocen alguna?; ¿escucharon algún mito vinculado a las estrellas?; ¿reconocen algún astro en el cielo nocturno?; ¿hace cuánto que no miran el cielo detenidamente?, son algunas de las preguntas que guían la visita y permiten abordar el conocimiento científico como construcción social, considerando sus relaciones con la tecnología, la cultura y el cuidado de nuestro ambiente.

 

El recorrido, de una duración aproximada de 45 min, consiste en tres propuestas que buscan construir nuestra propia mirada celeste:

  • Raíces del Cielo: las cosmovisiones de los pueblos originarios y su entendimiento del firmamento son abordados con relatos y leyendas desde la perspectiva de la astronomía cultural.
  • Lazos de Estrellas: un cielo nocturno para jugar a encender e imaginar constelaciones de manera individual y colectiva.
  • Naturaleza Insurgente: el mundo microscópico nos revela nuevas imágenes de nuestro entorno , experimentamos con formas y colores, exploramos cielos de distintas culturas y comunidades.

 

Pisar la tierra, mirar el cielo, es un proyecto que se presenta como territorio de experimentación, de laboratorio de ideas, de nuevas formas de establecer relaciones entre el conocimiento científico y la comunidad.

 

 

Sobre el proyecto…

 

Pisar la tierra, mirar el cielo. Un espacio colectivo de experimentación científica, es un  proyecto presentado por el equipo del Complejo Astronómico Municipal, en la convocatoria Ensayar Museos 2021, de la Fundación Williams, que propone acompañar iniciativas en formatos novedosos y relevantes. Sobre un total de 65 proyectos presentados por distintos museos del país, fueron seleccionados 21, entre los cuales se destacan dos representantes de Rosario: el proyecto del CAM, “Pisar la tierra, mirar el cielo”, y del Museo de la Ciudad: “Una vidriera a la historia de tu barrio. Intervenciones expositivas en espacios no convencionales”.

 

 

 

TURNOS PARA INSTITUCIONES ESCOLARES FORMALES Y NO FORMALES

¡Habilitamos el turnero para las visitas de instituciones educativas formales y no formales!

Se programarán para la segunda parte del año. Por el momento, sólo se habilita para los meses de AGOSTO y SEPTIEMBRE inclusive. Luego, cuando se resuelvan cuestiones técnicas y edilicias que comprometen el normal funcionamiento de la Sala Planetario, se habilitará para los meses de OCTUBRE y NOVIEMBRE. 

Respecto a los turnos, al igual que años anteriores, se adquieren únicamente a través de la página web. >> TURNOS AQUÍ

 

+ INFORMACIÓN CLICK AQUÍ

 

 

 

 

 

>> QR de la Muestra

QR Testimonios

 

 

>> Si pueden lean (o escuchen en sus visitas guiadas en Tiawanacu o en el lago Titicaca) a Manuel De La Torre, de Bolivia. http://www.astronomiaandina.260mb.com

>> Un gran estudioso de la astronomía guaraní y recopilador de la obra del jesuita Buenaventura Suárez (“el primer astrónomo criollo”) Blas Servín, de Paraguay. https://onx.la/38db1 

>> Si van al Machu Pichu, no se pierdan de escuchar a Ana Milla Hurtado y Herwin Salazar Garces, planetarista y director científico respectivamente del Planetario de Cusco, Perú. https://www.planetariumcusco.com

>> Mario Echeverría Baleta, en Vida y leyendas tehuelches. Leyendas mitológicas (editorial Ateli) narra este mito. https://n9.cl/urcef

>> Sixto Giménez y Alejandro López publicaron interesantes trabajos sobre la astronomía de los pueblos del Gran Chaco. 

>> Gabriel Cepeda es uno de los dos Chaná parlantes que quedan. Trabaja mucho en post de difundir la cultura Chaná. https://www.facebook.com/muestrasoyenden

>> Mariano Ribas coordina el área de Divulgación Científica del Planetario de Buenos Aires. En su libro Crónicas del cielo y la Tierra. Astronomía, historia y cultura (Editorial Tantaagua) brinda una explicación científica respecto al brillo de las Pléyades y su relación con ciertas condiciones meteorológicas.

>> El astrónomo sancristobalense Armando Mudrik realizó su tesis de grado sobre este tema. https://n9.cl/zi2aa

>> Uno que le dio varias vueltas a la astronomía quechua es el franco peruano Barthélemy Jean-Christian d AnsAlleman. https://n9.cl/g254m

>> El antropólogo y astrónomo Anthony Aveni, en Observadores de cielo en el México antiguo (Editorial del Fondo de la Cultura Económica) cita a la antropóloga Bárbara Tedlock sobre el tema.

 

 

QR Obra Loro 

NDINÍ LANTEC: el loro hablador del ritual funerario chaná.

 

Los humanos están compuestos por dos elementos: el ancát (alma) y el nem (espíritu).
El espíritu se hallaba en la cabeza y era el que posibilitaba el pensamiento y la razón. Al morir un chaná, el alma se retiraba del cuerpo convirtiéndose en una nueva estrella en el firmamento, llamado en chaná dananátmirrí, que significa “caserí­o de estrellas”.

En el ritual funerario se recreaba un recipiente de barro cocido que reproducía rasgos de un loro, o pájaro hablador. Pero además, tenían características de pez y también antropomórfica que podría servir para comprender parte de su cosmovisión: el hombre como un elemento más de la naturaleza.

Los chaná tenían entre sus reglas de convivencia puestos de guardias que eran obligatorios
y se encontraban escondidos a determinada distancia uno de otro en las orillas de sus aldeas. Para este pueblo el silencio era vital por cuestiones de seguridad, al punto que les amputaban las cuerdas vocales a los perros para que no ladren.

Cuando un guardián se distraía hablando, se entendía que ponía en riesgola vida de la comunidad, entonces Tijuiném -el único dios chaná-, lo castigaba convirtiéndolo en pájaro hablador.

A este objeto cerámico con forma de vaso invertido o campana, se le encendían yuyos
en su interior para que sahumara y así realizar el ritual funerario. El pájaro hablador acompañaba al difunto para distraerlo hablándole eternamente. De esta manera, su nem (espíritu) se mantendría entretenido y no saldría a asustar por las noches.


Obra de Gabriel Cepeda. Artista plástico, artesano, ceramista, músico, viajero, autodidacta. Oriundo de Granadero Baigorria. Creador de sus propios diseños, desarrolla sus actividades desde el año 1979. Las formas de elaborar las piezas son las mismas utilizadas por las culturas originales de América.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

QR Domo

 

Dispositivo lúdico para soñar, diseñar, crear estrellas y constelaciones. 

El proceso mediante el cual los diferentes grupos étnicos elaboran su cosmogonía, se entiende desde un punto de vista colectivo, no individual. 

Para ahondar al respecto, recomendamos la reflexión de Alejandro López*, para quien “el conocimiento astronómico de las diferentes sociedades humanas debe ser entendido en un contexto cultural amplio, como un producto social. Somos seres sociales y todas nuestras producciones son hechos sociales. Las construcciones de visiones del mundo, las técnicas de observación, los métodos de interpretación y modelos del cielo, en general tienen una gran relevancia en los intereses de los distintos grupos humanos y requieren un gran esfuerzo colectivo”.

*Investigador adjunto del CONICET, presidente de la Sociedad Interamericana de Astronomía en la Cultural (SIAC) y amigo y colaborador del CAM

 

 

 

 

>> Lugar: hall de ingreso al Planetario. 

>> Entrada libre y gratuita.